Comprendiendo la Psicología del Juego

Divertidos por definición, los juegos de azar desafortunadamente son capaz de causar comportamientos dañinos graves. Una paradoja en sí misma, la naturaleza del juego genera preguntas como ¿Por qué algunas personas disfrutan de los juegos de azar como una forma de entretenimiento mientras que otras no parecen ser capaces de dejar de jugar? o ¿Cómo se puede explicar el deseo de apostar y por qué no todos lo experimentan? Para responder a estas y muchas otras preguntas frecuentes relacionadas con los juegos de azar, analizaremos en profundidad la psicología del juego y la psicología de la adicción al juego.
¿Por qué la gente juega?
En esencia, los juegos de azar son un comportamiento paradójico, ya que la mayoría de nosotros sabemos que “la casa siempre gana”. Tirar de la palanca de una máquina tragamonedas o hacer sus apuestas en la mesa de la ruleta, no importa; en todo momento, las probabilidades se calculan meticulosamente para asegurar que el casino obtenga ganancias. Entonces, ¿por qué la gente juega cuando es muy probable que perderán dinero?
Profundicemos en la psicología de los juegos de azar para ver qué impulsa a las personas a participar en los juegos de azar.
La sensación de incertidumbre
Si no hubiera una recompensa psicológica del juego, la industria de los casinos probablemente se extinguiría bastante rápido. No saber el resultado de un juego es el primer y el más importante aspecto de los juegos de azar. Nuestros cerebros están programados para encontrar emoción en actividades donde el resultado final no se puede predecir. Y si se incluye alguna recompensa potencial, el cerebro ya está saltando de alegría, ¡pidiendo más!
Escapismo
Seamos sinceros: visitar un casino puede servir como un escape, aunque breve, de nuestra vida cotidiana. El ambiente deslumbrante que encontramos en los casinos estimula todo tipo de sentidos, incluyendo la vista y el oído, haciendo que las personas se sientan como si estuvieran en un otro mundo más emocionante, lleno de posibles recompensas. Entonces, ¿quién no querría visitar un lugar así de vez en cuando y dejarse llevar?
Socializar
El juego está ampliamente aceptado como una forma de socialización, una actividad en la que participa la mayor parte de la población, ya sea de manera casual o excesiva. Muchos jóvenes están familiarizados con los juegos de azar por sus padres o amigos, por ejemplo, aprendiendo a jugar a las cartas. Ya sea bingo o póquer, los juegos de azar pueden ser una forma divertida de pasar tiempo con amigos o incluso conocer gente nueva.
Ganancia financiera
Naturalmente, algunas personas están en esto solo por el dinero. Algunos de ellos son profesionales, participan en grandes torneos y ganan sumas de dinero indescriptibles, mientras que otros juegan para obtener ingresos adicionales. Participar en juegos de habilidades como el póquer puede ser lucrativo, siempre que haya dominado la habilidad. Sin embargo, jugar juegos de azar solo por ganar no debe fomentarse, ya que estos juegos son aleatorios en su esencia y siempre existe la posibilidad de que pierda más de lo que gane.

Cómo desarrollar hábitos de juego saludables
Sabemos que los juegos de azar pueden ser una forma divertida de pasar tiempo con amigos (¡o solo si quiere relajar cuando nadie está mirando!). Sin embargo, hay una línea entre divertirse y tener un problema, y el paso crucial para no cruzar esa línea es desarrollar hábitos de juego saludables que mantendrán las cosas en el lado divertido.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo convertirse en un jugador inteligente y responsable:
No apueste cuando se encuentre bajo estrés
Es la simple psicología del juego: si tiene dificultades, ya sean emocionales o financieras, no juegue. Los juegos de azar pueden proporcionar un breve alivio del estrés, pero no son una solución a largo plazo. En realidad, solo pueden empeorar la situación a medida que usted se sumerja más en los problemas financieros.
No haga del juego su único pasatiempo
Lo crea o no, las adicciones a veces se desarrollan simplemente porque tenemos demasiado tiempo libre. Por lo tanto, es esencial que encuentre otras actividades placenteras en las que dedicar tiempo. Puede ser una actividad artística (tomar clases de fotografía o cerámica, por ejemplo), deportes, aprender un nuevo idioma, leer, jardinería, etc. De hecho, cualquier cosa que no implique apuestas.
Distribuya sus apuestas
Una vez que haya establecido un presupuesto, debería aprender a utilizarlo. Por ejemplo, si su presupuesto es de 100 $ por sesión, no tendrá sentido hacer apuestas de 10 $. En cambio, sus apuestas deben ser más pequeñas para que no gaste todo en un par de rondas y se entretenga por más tiempo.
No pida dinero prestado para juegos de azar
Absténgase de pedir dinero prestado a sus amigos y familiares que gastará en juegos de azar. Apostar con el dinero de otras personas es un hábito desagradable que fácilmente puede resultar en adicción. En lugar de eso, manténgase en su presupuesto y aprenda a controlar su dinero y sus acciones.
Controla sus emociones
Para ser un jugador ocasional y divertirse apostando, debe aprender a controlar sus emociones. Mantener un control estricto sobre sus emociones es esencial, ya que lo ayudará a abstenerse de tomar decisiones precipitadas y errores costosos. También le ayudará a administrar sus fondos de una forma más eficaz. Si en algún momento no está seguro de si el juego se le está yendo de las manos, lo más inteligente es alejarse del juego y tomarse un momento para calmarse.
Mantenga un registro de sus ganancias/pérdidas
Depende de usted si utilizará un diario probado y comprobado o una aplicación de software, pero asegúrese de realizar un seguimiento de sus resultados. Esto le ayudará a saber si es eficaz en el uso de su presupuesto y cuál es su posición en todo momento. Además, realizar un seguimiento tanto de las ganancias como de las pérdidas le permitirá detectar patrones en su comportamiento de juego y decidir si desea hacer algunos cambios.
Busque ayuda
Finalmente, si siente que está perdiendo el control, busque ayuda. Su familia, amigos y un especialista en salud mental deben estar al tanto para que pueda obtener todo el apoyo que necesite. Recuerde, la adicción al juego puede tratarse y no significa que sea una mala persona si tiene problemas para controlar su juego.